El proyecto de reforma plantea arancelar servicios esenciales como la educación y la salud para los no residentes, además de aumentar los requisitos para obtener la residencia.
En un giro que recuerda las políticas migratorias de Donald Trump, el gobierno de Javier Milei avanza con un proyecto de reforma migratoria que busca restringir el acceso de extranjeros a la residencia en Argentina. La iniciativa modifica la Ley de Migraciones (25.871) e introduce medidas como el arancelamiento de la educación y la atención sanitaria para los no residentes, con el objetivo de aumentar el control sobre los inmigrantes y limitar sus beneficios.
El Ejecutivo justifica la reforma argumentando que, durante el gobierno anterior, no se realizó un control adecuado sobre la documentación de los estudiantes extranjeros, mencionando casos en los que personas que inicialmente llegaron para estudiar se quedaron en el país de manera irregular. Además, Milei apunta a reducir el otorgamiento de residencias a inmigrantes indocumentados con hijos argentinos, siguiendo una política restrictiva similar a la de la administración Trump.
Como parte de la reforma, se contempla también un refuerzo en los controles fronterizos, especialmente en el norte del país, y la participación de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad fronteriza y en el interior del territorio. Con estos cambios, el gobierno busca fortalecer la vigilancia y limitar la entrada de inmigrantes a Argentina, en un contexto de creciente preocupación por la inmigración irregular.