Con más de 10 puntos de ventaja, el presidente consiguió un mandato completo y promete reformas profundas en seguridad y economía.
Daniel Noboa se convirtió este domingo en el primer presidente reelecto de Ecuador desde el retorno a la democracia sin haber sido interrumpido por crisis institucionales. Con el 55,92% de los votos válidos, el joven mandatario derrotó nuevamente al correísmo, esta vez en la figura de Luisa González, quien denunció irregularidades y exigió un recuento. La victoria marca no solo una ratificación de liderazgo, sino también un rechazo firme a la influencia del ex presidente Rafael Correa, aún prófugo en Bélgica.
La jornada electoral, que transcurrió en paz bajo estado de excepción y con más de 90 mil uniformados en las calles, fue seguida de cerca por observadores internacionales. A pesar de los cuestionamientos de la oposición, los reportes preliminares del CNE y la OEA no señalaron anomalías de peso. El sistema de conteo, reforzado con blockchain y códigos QR, permitió resultados rápidos y una transparencia inédita en el país.
Con mayoría parlamentaria parcial y respaldo popular renovado, Noboa se prepara para lanzar su ambicioso plan de reformas: blindaje legal contra el narcotráfico, zonas francas tecnológicas, simplificación del aparato estatal y alianzas estratégicas en el exterior. Su proyecto de gobierno incluye convocar a una Asamblea Constituyente para cimentar las reformas y consolidar un nuevo modelo político.
La elección de este 13 de abril fue también simbólica: consolidó a Noboa como la figura que logró vencer al correísmo dos veces en menos de dos años, y trazó una línea de continuidad frente a una oposición que no logra reinventarse. Su nuevo mandato arranca el 24 de mayo, con promesas de orden, modernización y mano firme.