El agresor de 41 años fue sentenciado a dos años de prisión condicional tras una serie de violentos ataques contra su expareja, que ya había sufrido maltrato previo sin denunciarlo.
La fiscal penal de Violencia Familiar y de Género 2, Mónica Viazzi, representó al Ministerio Público Fiscal ante el Juzgado de Garantías 2, en la audiencia de juicio abreviado contra un hombre de 41 años por los delitos de lesiones leves agravadas por la relación de pareja y por el género y privación ilegítima de la libertad.
La mañana del 4 de marzo comenzó de manera rutinaria, pero rápidamente se convirtió en una pesadilla para una mujer que había compartido un año de relación con su agresor. Tras un pedido aparentemente inofensivo de su teléfono celular, el hombre empezó a borrar contactos sin su consentimiento. La respuesta de ella fue intentar hacer lo mismo, lo que desató la violencia. Golpes de puño y patadas, música a volumen alto para impedir un posible auxilio, y una amenaza aún más aterradora: el sujeto la asfixió hasta que perdió el aire.
En una situación de total desamparo, la víctima fue retenida contra su voluntad durante varias horas. A pesar del miedo y las agresiones previas que no había denunciado, logró salir finalmente de la vivienda. El informe médico posterior detalló lesiones graves, incluyendo hematomas, cortaduras y heridas por asfixia.
Durante la audiencia de juicio abreviado, la fiscalía logró demostrar la culpabilidad del hombre en los delitos de lesiones y privación ilegítima de la libertad. Tras escuchar su confesión, el Juez Ignacio Colombo dictó una condena de dos años de prisión condicional, una pena que se verá acompañada de estrictas condiciones de conducta, con el objetivo de evitar futuros hechos de violencia.