Con cambios claves en el manejo de la comunicación, Adorni suma poder y Karina Milei se ocupa de la imagen presidencial.
En un giro estratégico, el gobierno de Javier Milei ha oficializado una reestructuración de su Administración Pública mediante el Decreto 121/2025. La decisión más destacada es la disolución de la Secretaría de Prensa, cuyos recursos y responsabilidades serán absorbidos por la Secretaría de Comunicación y Medios, que pasa a estar bajo el mando del vocero presidencial, Manuel Adorni. Además, la Secretaría de Inteligencia de Estado se incorpora directamente a la estructura de la Presidencia.
Aunque la medida no implica un incremento en el número de unidades organizativas, introduce cambios significativos en el manejo de los medios y la comunicación gubernamental. La nueva configuración agrega subsecretarías claves, como la de Medios Públicos y la de Vocería. Esta reestructuración se produce en medio de la renuncia del exsecretario de Prensa, Eduardo Serenellini, quien decidió alejarse del cargo tras un encuentro con Milei.
Otra novedad importante es la asignación de la cobertura fotográfica y audiovisual de la presidencia a Karina Milei, quien asumirá la responsabilidad de documentar las actividades de su hermano, el mandatario.