El 31 de diciembre, la resolución que mantuvo congeladas las dietas de los senadores durante el segundo semestre de 2023 caducará y, a partir de enero, los legisladores comenzarán a recibir la suma de 9.5 millones de pesos mensuales, una cifra que pone en evidencia, de manera rotunda, la creciente desconexión entre la clase política y la dura realidad económica que enfrenta la mayoría de la población.
Cuando la vicepresidenta Victoria Villarruel, quien preside el Senado, intentó poner sobre la mesa la posibilidad de prorrogar el congelamiento de las dietas, la respuesta fue un rotundo «no». Durante una conferencia de prensa, Villarruel comentó que había solicitado que el tema se incluyera en el temario de la última sesión, pero no tuvo éxito. «Espero que los senadores lo traten, porque no soy senadora, no soy quien toma las decisiones», dijo.