Hoy a las 20:30, el gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, se reunirá en la Quinta de Olivos con el presidente Javier Milei, acompañado por los gobernadores de Tucumán, Catamarca y Misiones. La cita promete ser un punto de inflexión para abordar cuestiones que afectan a las provincias y, en particular, al sistema educativo.
En una conversación con Eduardo Feinmann en el programa Alguien tenía que decirlo, Sáenz compartió sus inquietudes sobre la educación superior en el país.
Universidades del interior: una realidad desatendida
«El tema de las universidades siempre se centraliza en la gran capital, Buenos Aires», afirmó. El gobernador destacó que las universidades del interior enfrentan «presupuestos realmente mínimos», lo que afecta directamente a los estudiantes de provincias como Salta. «Hay provincias con menos habitantes que Salta y, sin embargo, tienen alrededor de tres universidades públicas», señaló, subrayando la necesidad de un enfoque más equitativo.
Sáenz también reflexionó sobre las historias de esfuerzo detrás de la educación en su provincia: «Tenemos estudiantes de Rivadavia y estudiantes wichis que se han recibido de médicos y que les cuesta muchísimo esfuerzo venir a Salta Capital«. Para él, la falta de inversión en estas instituciones representa una pérdida de oportunidades. «Cuando se generaliza, también se cometen errores. Hay que empezar a ver a la Argentina integralmente por región, por necesidades, por problemas», añadió.
En cuanto a la postura del presidente Milei sobre ciertos proyectos, Sáenz se mostró cauteloso: «No hay héroe y no hay que festejar nada. Yo soy un defensor de la Universidad Pública y sobre todo la de Salta» afirmó el gobernador.
Nosotros hemos acompañado lo que entendemos que debíamos para darle gobernabilidad, pero hay cosas que no hemos acompañado. No vamos a festejar nada ni somos héroes de nada». Este enfoque pragmático refleja su deseo de buscar soluciones concretas para su provincia.
Identidades políticas en transformación
Sobre su identidad política, Sáenz se definió como un «peronista justicialista», aunque dejó en claro que no milita en el Partido Justicialista desde hace tiempo. «Creé nuestro propio partido, Identidad Salteña», afirmó, explicando que su separación del peronismo tradicional fue motivada por su rechazo a las etiquetas y la polarización que vivió en su momento. «Nunca fui kirchnerista, no creo en las etiquetas. Siempre esperé el cariño de los salteños y resolver sus intereses», dijo.
Finalmente, el gobernador hizo un llamado a la reflexión sobre el futuro del peronismo: «Se acabó un ciclo, y dentro de este ciclo está Cristina. Creo que va a hacerle mal al peronismo de que no haya internas ni cambios». Con esta declaración, Sáenz cierra una jornada cargada de expectativas y desafíos para el futuro de su provincia y el país.
A continuación adjuntamos la entrevista completa:
