Fin de la toma, pero no de la protesta
Tras casi un mes de ocupación en la sede del rectorado de la Universidad Nacional de Salta (UNSa), los estudiantes decidieron levantar la toma que mantenían en protesta por los recortes de recursos a las universidades públicas. Sin embargo, la medida de fuerza no llega a su fin. En lugar de cesar su movilización, los estudiantes anunciaron una nueva etapa en su lucha: una marcha federal convocada para el 12 de noviembre, con el objetivo de visibilizar la crisis del financiamiento universitario a nivel nacional.
Motivos detrás de la toma
La toma fue protagonizada por un grupo de estudiantes autoconvocados que rechazaban los recortes presupuestarios y el impacto que estos tienen sobre la calidad educativa. Lucero Carrizo, una de las voceras de la protesta, detalló que la decisión de levantar la ocupación fue tomada en asamblea por la mayoría del colectivo, como parte de un acuerdo estratégico para continuar con la movilización en otras formas.
Marcha federal del 12 de noviembre
La marcha del 12 de noviembre será el próximo capítulo de un reclamo que va más allá de los estudiantes. En su llamado a la unidad, los manifestantes han extendido la convocatoria a docentes, familias y trabajadores de todos los niveles educativos, desde primaria hasta secundaria. Para ellos, la lucha es una defensa de la educación pública, que consideran en peligro por los ajustes y el desfinanciamiento que afectan a todas las áreas del sistema educativo.
Protestas hasta que las demandas sean escuchadas
Los estudiantes aseguran que, si no hay respuestas satisfactorias de las autoridades nacionales, no se detendrán. Las asambleas y protestas continuarán durante el próximo año, hasta que sus demandas sean escuchadas y atendidas por el gobierno. La toma de la UNSa pudo haber finalizado, pero su lucha sigue en pie.
