En una tarde que prometía ser un desafío mayúsculo, la Selección argentina Sub 23 se jugó el todo por el todo para asegurar su pase a los cuartos de final en los Juegos Olímpicos de París 2024. El rival en la tercera fecha del Grupo B era Ucrania, y la Albiceleste, liderada por Javier Mascherano, logró el ansiado triunfo por 2-0 en un espectáculo que capturó el alma del fútbol argentino.
Desde el pitido inicial, el dominio argentino fue innegable. El primer tiempo se convirtió en un monólogo albiceleste, con Julián Álvarez mostrando destellos de su clase. A pesar de dos intentos que hicieron temblar el arco ucraniano, la precisión le esquivó. Luciano Gondou también tuvo su oportunidad dorada, pero el arquero Kiril Fesiun desplegó una atajada monumental que mantuvo a su equipo en el partido.
Sin embargo, el héroe de la primera mitad fue el arquero argentino, Gerónimo Rulli, que con una intervención crucial evitó que Ucrania se adelantase en el marcador justo antes del descanso.
Al reanudarse el encuentro, Thiago Almada emergió como el faro en la tormenta. Con la confianza de un líder, recogió el balón en el centro del campo, condujo con determinación y, desde el borde del área, lanzó un derechazo imparable que desató la euforia en el campamento argentino y puso a los de Mascherano al frente.
Con el marcador a favor, Ucrania intentó revertir la situación con cambios tácticos, pero se estrelló contra una defensa argentina implacable. Nicolás Otamendi y el joven Marco Di Cesare se erigieron como murallas infranqueables, desbaratando cada intento de los ucranianos con una serie de cruces decisivos.
A medida que el reloj avanzaba, la tranquilidad argentina se consolidó. A pocos minutos del final, un remate desde fuera del área de Kevin Zenón fue repelido por Fesiun, y el oportuno Echeverri aprovechó el rebote para sellar el 2-0 definitivo y el pasaporte a los cuartos de final.
Con esta victoria, Argentina se clasificó en la segunda posición del grupo, detrás de Marruecos, que también ganó pero con mejor saldo de goles. El destino ahora parece llevar a la Albiceleste a enfrentar a Francia, líder del Grupo A, en una posible batalla que promete ser épica.
