Las ventas en supermercados han disminuido un 11,6% durante el primer semestre del año, según los datos recientes del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Este descenso, que se mantiene durante los últimos ocho meses, refleja un descenso del 7,3% solo en junio.
Mientras el gobierno destaca la desaceleración de la inflación, el consumo en el sector minorista sigue una tendencia decreciente. Las ventas en autoservicios mayoristas también muestran un descenso significativo, con una caída del 14,5% en junio.
Los datos sugieren que la pérdida de poder adquisitivo de los salarios podría estar influyendo en esta reducción del consumo. El panorama no mejora en otros segmentos, ya que ningún otro rubro reportó un balance positivo durante el periodo, salvo los shoppings, que registraron un leve incremento del 0,7% en sus ventas.
Un trabajador del sector menciona que las familias están reduciendo sus gastos y comprando solo productos esenciales. Asimismo, una empleada de un autoservicio señala que la gente ahora prioriza lo indispensable, reflejando un ajuste en los patrones de consumo.
Las cifras indican una retracción en el consumo general, con un impacto notable en los supermercados y autoservicios, mientras que los shoppings muestran una ligera excepción a la tendencia negativa.
