Durante las vacaciones de invierno de 2024, Salta vivió una temporada que no solo desbordó de turistas, sino que también desató una ola económica sin precedentes. Con 270.190 visitantes inundando la provincia, el impacto económico alcanzó la asombrosa cifra de $83.500.038.874.
Los datos revelados por el Ministerio de Turismo y Deportes muestran una ocupación hotelera del 73,1%, con un pernocte promedio de 3,9 noches y un gasto diario de $79.241 por visitante. Este fenómeno se ha forjado a partir de un cruce meticuloso de datos entre Mobility Insight de Telecom y el monitoreo hotelero, que ha visto un incremento de 3.000 plazas en comparación con el año anterior.
La ciudad de Salta lideró el ranking de ocupación con un 75,3%, seguida de cerca por los destinos cercanos como San Lorenzo y Vaqueros con un 68,1%. Sin embargo, los destinos más codiciados no se limitaron a la capital: Cafayate, San Antonio de los Cobres, Cachi e Iruya también brillaron con ocupaciones notables.

En cuanto al origen de los turistas, el panorama es variado. Desde Buenos Aires, que envió el 45,8% de los visitantes, hasta el mercado internacional, encabezado por Brasil con un 28% y seguido por Uruguay con un 12,7%. Francia y España también se hicieron notar entre los europeos que decidieron explorar el norte argentino.
Los íconos turísticos como el Teleférico San Bernardo y el Tren a Las Nubes vieron una demanda abrumadora. El primero transportó a más de 52.500 personas, mientras que el segundo realizó 33 salidas adicionales debido al interés ferviente. Los museos y centros culturales no se quedaron atrás, acogiendo a más de 74 mil visitantes ansiosos de sumergirse en la rica oferta cultural de la provincia.
El perfil del turista de invierno en Salta también es revelador: el 40,8% viajaba en familia, el 34,1% en pareja y el 15,2% en grupo de amigos. Solo el 8,4% exploró la provincia en solitario, destacando el predominio del turismo nacional, con un 91,8%, frente a un 8,2% de visitantes internacionales.
Así, la temporada invernal de 2024 no solo calentó el ambiente en Salta, sino que también encendió la economía provincial con cifras que marcan un antes y un después en el turismo local.