La noche del sábado se convirtió en un escenario de emociones y dramatismo, cuando Uruguay selló su participación en la Copa América con una sonrisa al lograr el tercer puesto en una vibrante final de consuelo. En un partido que se movió al ritmo de la intensidad y la incertidumbre, los uruguayos vencieron a Canadá en una definición por penales tras un 2-2 en los 90 minutos reglamentarios.
Desde el pitido inicial, el encuentro prometía espectáculo. A los 7 minutos, la Celeste se adelantó en el marcador con una jugada que ilustró a la perfección la esencia del fútbol de área. Un córner lanzado con precisión encontró la cabeza de Rodrigo Bentancur, quien, con una frialdad deslumbrante, controló el balón y, en una media vuelta, lo envió al fondo de la red con un tiro alto que dejó al arquero canadiense sin opciones.
La reacción canadiense fue rápida y efectiva. TyC Sports describió cómo, a los 21 minutos, el equipo dirigido por John Herdman logró el empate gracias a un tiro de esquina que sorprendió a la defensa uruguaya. Ismael Koné, olvidado por la Celeste, se hizo con un rebote y, con una notable definición sin mirar, igualó el marcador en un momento de desconcierto para el rival.
El primer tiempo continuó con su carga dramática. Poco después del empate canadiense, un gol de Pellistri fue anulado por una posición adelantada al inicio de la jugada, y en una serie de oportunidades desperdiciadas, Canadá tuvo varias ocasiones para adelantarse. Oluwaseyi falló un cabezazo claro, y luego, entre Rochet y Nández, desbarataron una doble oportunidad de Osorio.
Con el inicio de la segunda mitad, Luis Suárez reemplazó a Darwin Núñez, y aunque Uruguay intentó recuperar la ventaja, el partido se tornó cada vez más equilibrado. A los 34 minutos, Koné avanzó desde el medio campo y, con un disparo que rebotó en el arquero uruguayo, dejó el balón servido para que Jonathan David pusiera a Canadá en ventaja con un oportuno 2-1.
A medida que el reloj avanzaba, el tercer puesto parecía escaparse de las manos de Uruguay, pero en el tiempo añadido, Luis Suárez mostró por qué es una leyenda del fútbol. A los 47 minutos, el astro uruguayo se encontró con un mal despeje de la defensa canadiense y, con un remate certero, restableció el empate 2-2, forzando la definición desde el punto de penal.
La tanda de penales se convirtió en un duelo de nervios. Los primeros cuatro tiros se convirtieron en goles, pero el tercer penalti de Canadá, ejecutado por Ismael Koné, fue detenido por el arquero uruguayo Sergio Rochet. A partir de ahí, los dos siguientes penales de Uruguay fueron exitosos, mientras que Alphonso Davies estrelló el quinto tiro canadiense en el travesaño, sellando el triunfo uruguayo con un 4-2 definitivo en la serie de penales.
En una noche llena de altibajos y emociones intensas, Uruguay se llevó el tercer puesto de la Copa América, un premio consolador que cierra un torneo lleno de desafíos y sorpresas. Mientras el pitido final marcaba el cierre del partido, los jugadores uruguayos celebraban, aliviados y felices, un triunfo que redondea su participación en el certamen continental.
