Las provincias de Salta y Jujuy, destinos turísticos populares, comienzan el año con una caída significativa en las reservas hoteleras, con expectativas de mejora moderadas y un enfoque en el turismo de cercanía.
Las provincias de Salta y Jujuy comenzaron el año con una caída significativa en las reservas turísticas, con una ocupación hotelera mucho más baja que en años anteriores. Según Eduardo Muratore, secretario de Turismo de Coronel Moldes, las reservas rondan solo entre el 40% y 45%, mucho menos que el 100% registrado el año pasado a estas alturas. Además, las estancias se reservan con menos antelación y por períodos más cortos, lo que agrava la situación.
Por su parte, el presidente de la Cámara de Turismo de Salta, Facundo Assaf, señaló que algunos destinos como Cafayate y Coronel Moldes muestran una ocupación mayor al 50%, pero la ciudad de Salta alcanza solo un 30%. A pesar de esta caída, Assaf destacó que están apostando al turismo de cercanía y la organización de festivales para atraer más visitantes, además de promociones con descuentos en alojamiento y gastronomía.
En Jujuy, la situación es aún más preocupante, especialmente en la Quebrada de Humahuaca, donde un hotelero de Tilcara calificó la temporada como «muy mala». La baja en la demanda comenzó en noviembre, especialmente por el turismo europeo, y la perspectiva para los próximos meses no muestra señales de mejora. Los empresarios del sector se quejan de la falta de apoyo gubernamental y las altas tarifas de los servicios públicos, que han obligado a muchos a reducir precios y cerrar algunos negocios.
