Las intensas lluvias, que provocaron evacuaciones y cortes de ruta, continúan afectando la provincia, mientras persisten las alertas meteorológicas.
Desde la mañana del sábado, un temporal desbordó Tucumán, sumiendo a sus principales localidades en una crisis sin precedentes. Las lluvias torrenciales provocaron el desborde de arroyos en zonas como San Miguel y Yerba Buena, dejando calles inundadas y vehículos flotando. El caos se intensificó con la evacuación urgente de cientos de familias, principalmente en la capital y áreas circundantes.
Los cortes de ruta dificultaron aún más la circulación, mientras que el pronóstico mantiene la incertidumbre con una alerta amarilla activa. Las precipitaciones, que pueden alcanzar entre 30 y 50 milímetros, siguen acompañadas de fuertes ráfagas de viento y tormentas eléctricas. En varios puntos, la acumulación de agua atrapó tanto vehículos como peatones.
Aunque el nivel de alerta se ha reducido, las autoridades advierten que las condiciones climáticas seguirán siendo extremas en las próximas horas. Los evacuados aguardan la cesión de la tormenta para regresar a sus hogares.