El inicio de la temporada de lluvias en Bolivia ha dejado hasta el momento nueve muertos, 300 familias damnificadas y 117 viviendas destruidas. Las precipitaciones han afectado a 13 municipios de siete departamentos, con los casos más graves registrados en el sur y centro del país.
El derrumbe en la comunidad de Las Avispas, en Cochabamba, provocó la muerte de cuatro personas, entre ellas una menor. Las autoridades locales alertan sobre los efectos del fenómeno de La Niña, que podría intensificar las lluvias en los próximos meses, poniendo en riesgo a más regiones del país.
A pesar de la magnitud de los daños, el gobierno aún no ha declarado emergencia nacional, aunque las proyecciones del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología indican que las lluvias continuarán hasta mayo de 2025, con riesgos adicionales por el aumento de los niveles de los ríos.
