El deterioro de la Ruta 9 entre Torzalito y el acceso a Salta ha encendido las alarmas en la provincia. Gonzalo Macedo, director de Vialidad de Salta, no oculta su frustración al describir la situación como una «crisis vial prolongada». Según Macedo, el tramo de 47 kilómetros de doble calzada ha esperado una repavimentación durante una década sin recibir el mínimo mantenimiento necesario. “Estamos limitados a realizar bacheos superficiales y corte de pasto debido a la falta de fondos del peaje”, explicó.
El problema no es meramente una cuestión de mantenimiento. La crisis económica y la inflación galopante han puesto a las empresas en una posición reacia a invertir en una reparación total. “Hace dos años, cotizamos la repavimentación en unos 70 millones de dólares. Con la inflación actual, es casi imposible encontrar empresas dispuestas a asumir semejante inversión”, detalló Macedo. La propuesta actual contempla un peaje que permitiría recuperar la inversión en 20 años, aunque esto podría resultar costoso para los usuarios en el contexto económico actual.


A la espera de una solución, Salta enfrenta otro desafío significativo. En dos meses, se iniciarán las obras de repavimentación de la conocida “ruta de la muerte”, una tarea que Macedo considera esencial para evitar costos aún mayores a futuro. “En la Ruta 28 estamos realizando una reconstrucción completa de la base y subbase. Si no actuamos ahora, los costos de reparación se multiplicarán”, advirtió.
La provincia también enfrenta problemas con la Ruta 23 entre Cerrillos y Rosario de Lerma, donde el deterioro ha sido tan severo que se requiere retirar hasta un metro y medio de suelo para reconstruir adecuadamente la base. “El mantenimiento oportuno habría evitado estos problemas. Sin una buena base y subbase, volveremos a enfrentar ondulaciones y problemas en poco tiempo”, concluyó Macedo.
El desafío no termina aquí. La provincia, bajo la dirección del gobernador Gustavo Sáenz, ha decidido asumir la responsabilidad de las obras en la Ruta Nacional 34, que conecta Rosario de la Frontera con Metán. Macedo, en una reciente entrevista, anunció que, ante la inacción de las autoridades nacionales y Corredores Viales S.A., Salta tomará el control de la reparación del tramo entre Yatasto y Metán, que presenta graves deformaciones.
“La parte más deteriorada, con mayor ondulación, será nuestra prioridad. Estamos preparando estudios preliminares y planeamos una licitación urgente o contratación directa debido a la urgencia”, dijo Macedo. La obra, que tendrá un presupuesto estimado entre 1.000 y 1.300 millones de pesos, se prevé que se complete en dos meses desde su inicio. Aunque se espera recuperar la inversión a través de un convenio con Vialidad Nacional, aún faltan permisos cruciales para comenzar.
Con esta iniciativa, Salta no solo enfrenta el desafío de reparar sus rutas, sino también de asumir un rol activo en la infraestructura vial que históricamente ha sido responsabilidad de las autoridades nacionales. La provincia se enfrenta a un reto monumental, pero la determinación de sus líderes sugiere que la reparación de estas vitales arterias de transporte está a punto de convertirse en una realidad.
