En 2024, la tasa de homicidios en Argentina cayó a 3,8 cada 100.000 habitantes, la más baja de la región después de El Salvador, gracias a un despliegue estratégico de fuerzas federales.
En 2024, Argentina logró un hito en materia de seguridad: la tasa de homicidios dolosos cayó a 3,8 por cada 100.000 habitantes, marcando una disminución del 11,5% respecto al año anterior. Este descenso de 2048 a 1810 asesinatos es el más bajo en 25 años y posiciona al país como uno de los más seguros de América Latina, solo superado por El Salvador, con 1,9 homicidios por cada 100.000 personas.



El éxito se atribuye al cambio en las estrategias de seguridad, que incluyó un despliegue coordinado de fuerzas federales en puntos críticos, como Rosario. En esa ciudad, el «Plan Bandera» permitió reducir los homicidios en un 65%, con una caída de 171 crímenes entre 2023 y 2024. El Ministerio de Seguridad, encabezado por Patricia Bullrich, destacó que esta intervención fue clave para romper la barrera de los 4 homicidios anuales por cada 100.000 habitantes, un umbral nunca antes alcanzado.
Aunque la situación mejoró en diversas provincias, como Tucumán y Buenos Aires, la verdadera diferencia se dio en Santa Fe, donde la cantidad de homicidios, balaceras y heridos por armas de fuego disminuyó notablemente. En 2025, el gobierno planea extender este modelo a otras regiones con el programa «90/10», que enfocará el 90% de los esfuerzos en el 10% más violento del territorio.
La ministra Bullrich también trabaja en iniciativas legislativas como la «ley de vínculos», que busca tratar la violencia intrafamiliar como un delito de acción pública, y la ley antimafias, que permitirá avanzar sobre crímenes organizados.
