Este año, el Gobierno de Javier Milei destinó $48.300 millones en transferencias discrecionales a diez gobernadores. La cifra representa una disminución drástica en comparación con los $179.530 millones entregados por Alberto Fernández en 2023, lo que marca un recorte de $131.230 millones, o un 73%. Esta reducción fue detallada por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, durante su último informe ante el Congreso. En paralelo, la inflación interanual se mantiene elevada, alcanzando un 193% respecto al mismo mes del año pasado.
¿Cómo se distribuyó el dinero?
El presupuesto para los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) en 2024 es de $224.091 millones. Los gobernadores aliados al oficialismo recibieron las mayores transferencias. Hugo Passalacqua, de Misiones, lideró la lista con $13.000 millones, seguido por Rogelio Frigerio (Entre Ríos) y Osvaldo Jaldo (Tucumán), quienes obtuvieron $6.800 millones cada uno. Otros mandatarios como Gustavo Sáenz (Salta), Ignacio Torres (Chubut) y Carlos Sadir (Jujuy) recibieron $4.500 millones.
Los gobernadores opositores reciben menos
Raúl Jalil (Catamarca) y Claudio Vidal (Santa Cruz), el único opositor beneficiado, recibieron $3.000 millones. Maximiliano Pullaro (Santa Fe) solicitó $1.500 millones, mientras que Gustavo Valdés (Corrientes) obtuvo $1.000 millones. Todas estas transferencias se realizaron bajo el argumento de «urgencias» económicas.
Tensión por la coparticipación
Las transferencias discrecionales se rigen por el artículo 5 de la Ley de Coparticipación Federal de Recursos (23.548). Esta medida sigue siendo un tema conflictivo entre el Gobierno nacional y los gobernadores, que no logran ponerse de acuerdo sobre los términos del proyecto de Presupuesto 2025. La reducción de los fondos aumenta las tensiones políticas, mientras las provincias luchan por más recursos para enfrentar sus desafíos económicos.