En una reciente declaración, el presidente Javier Milei calificó la nueva fórmula de movilidad jubilatoria como un “atentado” contra la estabilidad económica del país. Según Milei, la iniciativa, aprobada por más de dos tercios de los legisladores, costará al país aproximadamente 370 mil millones de dólares. El mandatario arremetió contra los legisladores que respaldaron el proyecto, llamándolos “irresponsables” y advirtiendo que vetará la norma.
La nueva ley, que modifica el ajuste de las jubilaciones y pensiones, establece una actualización mensual basada en el Índice de Precios al Consumidor (IPC), más un incremento adicional del 8,1% para compensar el aumento de precios de enero. La legislación también incluye un ajuste retroactivo y garantiza un ingreso mínimo, calculado en 317.704 pesos para septiembre. Esta normativa, que se aprobó en el Congreso con una amplia mayoría, está destinada a estabilizar los haberes previsionales y ofrecer una mayor protección frente a la inflación.
De acuerdo con los detalles de la ley, los haberes previsionales se ajustarán mensualmente según el IPC, y los beneficiarios que perciban un solo haber recibirán un ingreso mínimo garantizado. Además, se implementará una compensación retroactiva para aquellos jubilados y pensionados que hayan recibido aumentos por debajo de la inflación en meses anteriores.
El veto presidencial llevará el proyecto de vuelta a la Cámara de Diputados. Si la cámara logra aprobar el proyecto con dos tercios de los votos en una nueva instancia, la ley entrará en vigor a pesar del rechazo presidencial.
La postura de Milei refleja su firme compromiso con el superávit fiscal y su oposición a lo que considera políticas de “populismo demagógico”. Mientras tanto, la nueva fórmula jubilatoria sigue siendo un tema de debate intenso en el ámbito político y económico del país.
