El Gobierno nacional formalizó el llamado a licitación para privatizar la Hidrovía, la principal arteria fluvial del país, clave para el 80% del comercio exterior argentino. A través de un contrato de 30 años, se convocará a las principales empresas especializadas en dragado y balizamiento para modernizar, operar y mantener el sistema de señalización y el dragado de la Vía Navegable Troncal. La medida, anunciada esta semana por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, se oficializó hoy con su publicación en el boletín oficial.
El llamado a licitación, bajo el régimen de concesión por peaje, abre la puerta a la participación de empresas tanto nacionales como internacionales. La decisión se enmarca dentro de la estrategia del gobierno de Javier Milei para aumentar la eficiencia de la infraestructura logística del país. Sin embargo, la privatización de la Hidrovía no ha estado exenta de críticas y rechazos, especialmente en las provincias.
El gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, fue uno de los principales opositores a la medida, calificándola de “vergonzosa” y acusando al gobierno de “entregar” un recurso estratégico del país. Kicillof subrayó que esta privatización viola la Constitución Nacional y asegura que actuará en defensa de los intereses provinciales, considerándola un “despojo” que perjudica a las regiones productivas del país.