Los presos que luchan contra los incendios en California en el marco del Programa de Campamentos de Conservación enfrentan salarios bajos y condiciones laborales duras.
En medio de los devastadores incendios que han arrasado California, dejando al menos 10.000 estructuras destruidas y pérdidas millonarias, más de 700 prisioneros se han unido al combate. A través del Programa de Campamentos de Conservación, estos internos trabajan junto a bomberos profesionales para frenar las llamas. Sin embargo, el trabajo de estos prisioneros, quienes deben solicitar su participación voluntariamente y superar un entrenamiento físico, es objeto de controversia debido a los bajos salarios que perciben.
Los prisioneros reciben entre 5.80 y 10.24 dólares al día, con un incremento a 29.80 dólares si son asignados a tareas durante 24 horas en incendios activos. A cambio de su labor, obtienen «créditos de tiempo», que les permiten reducir parte de su condena. Sin embargo, las condiciones laborales y la baja compensación continúan siendo motivo de debate.
