En 2024, la cantidad de asalariados formales en situación de pobreza se ha duplicado. Actualmente, el 30% de estos trabajadores se encuentra en esta situación, según un informe del Instituto Gino Germani de la Universidad de Buenos Aires. Este aumento se da en un contexto donde el 70% de los empleados informales también son considerados pobres.
A pesar de ofrecer cierta protección, el trabajo formal no logra mitigar el impacto de la crisis económica. El plan de ajuste implementado por el gobierno nacional ha intensificado el fenómeno de los «trabajadores pobres», una problemática que se había comenzado a evidenciar durante la administración anterior, en la post-pandemia.
Los investigadores Eduardo Chávez Molina y José Rodríguez destacan un cambio en la dinámica de la pobreza. A diferencia del periodo post-pandemia, donde el empobrecimiento fue generalizado, en 2024 se observan «ganadores y perdedores». Los profesionales y microempresarios, aunque afectados por la crisis, cuentan con herramientas que les permiten evitar caer en la pobreza.