Mario Lugones fue nombrado nuevo ministro de Salud por el presidente Javier Milei, en una ceremonia breve y sin declaraciones posteriores. La jura se llevó a cabo el día de ayer en el Salón Blanco de la Casa Rosada, donde el mandatario formalizó el acto en apenas tres minutos y medio. Lugones, que hasta hace poco se desempeñaba como jefe de clínica de la Unidad Coronaria del Sanatorio Güemes, reemplaza a Mario Russo en la cartera de Salud.
Con una trayectoria notable en la salud pública, Lugones ha sido director del Instituto Médico de la Seguridad Social y Evaluación Tecnológica (IMSSET) de la UBA, y director de la Maestría de Gerenciamiento del Sistema de Salud. Desde el entorno oficial se espera que su llegada aporte «dinamismo» a un ministerio que ha enfrentado discrepancias en el manejo de políticas públicas.
El evento contó con la presencia de varios ministros y asesores, aunque notó la ausencia de figuras clave como la ministra de Capital Humano y la secretaria General de la Presidencia. Tras el juramento, Lugones se despidió rápidamente del Salón, dando inicio a su gestión sin hacer declaraciones a la prensa.
Primeras decisiones: Renuncia al Consejo del Hospital Garrahan
Poco después de asumir, el nuevo ministro tomó una medida significativa al solicitar la renuncia al Consejo de Administración del Hospital Garrahan. Esta decisión responde a la polémica generada por el otorgamiento de un bono de $500.000 a todo el personal del hospital, una acción que, según fuentes del ministerio, «no se corresponde con la pauta salarial que marcó el Estado nacional».
El bono fue considerado inapropiado, dado que el gobierno busca mantener un congelamiento salarial en el sector público. La medida, implementada sin la debida consulta al Gobierno, también generó descontento dentro del mismo Consejo, cuyos miembros percibirían un incremento significativo en sus ingresos.
Desde el Ministerio de Salud se destacó que todos los funcionarios deben ser responsables con las cuentas públicas y administrar los recursos para mejorar la calidad de las prestaciones. A su vez, se iniciaron conversaciones para designar a nuevas autoridades en el Consejo del Garrahan, ante la necesidad de alinear la gestión del hospital con las políticas del nuevo ministerio.
La situación en el Garrahan se vuelve más compleja, ya que, apenas un mes atrás, el personal había realizado un paro exigiendo mejoras salariales significativas, lo que evidencia un clima tenso en el ámbito de la salud pública en Argentina.
