La presión política y el fallo de un juez federal forzaron la salida del magistrado, quien había sido nombrado por decreto por el presidente Milei.
Manuel García-Mansilla presentó su renuncia este lunes como juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, luego de 39 días en el cargo. La decisión fue tomada tras el rechazo del Senado a su pliego, que recibió 51 votos en contra y 20 a favor, y las crecientes presiones para evitar un conflicto institucional. A pesar de los intentos del gobierno por sostenerlo hasta el fin del año legislativo, el juez renunció por carta al presidente Javier Milei.
El rechazo del Senado fue seguido por un fallo del juez Alejo Ramos Padilla, quien prohibió a García-Mansilla intervenir en causas del máximo tribunal, cuestionando su legitimidad en el cargo. Ante este panorama, el gobierno apeló la decisión, pero la renuncia del magistrado selló su salida.
El Colegio Público de Abogados de la Capital Federal y un sector académico expresaron su respaldo a la renuncia, argumentando que su permanencia en el cargo violaba la Constitución Nacional.
Con esta salida, la Corte Suprema continuará con Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti, quienes deberán recurrir a conjueces si no logran alcanzar mayoría en algunos fallos.