La cadena mayorista Makro, propiedad del grupo neerlandés HSV, ha decidido poner en venta sus 24 sucursales distribuidas en 10 provincias argentinas. La empresa ha encargado a un banco internacional la tarea de encontrar compradores para sus activos, que se valoran en aproximadamente 200 millones de dólares. Este movimiento forma parte de un proceso de desinversión que comenzó hace años, cuando Makro ya había vendido filiales en otros países de la región.
El mercado mayorista en Argentina, dominado por marcas como Maxiconsumo, Diarco, Vital y Yaguar, ha sido testigo de una caída significativa en el consumo, con una baja del 18,8% en agosto según la consultora Scentia. En este contexto, Makro se enfrenta a una disminución en la demanda y la presión de ajustarse a las condiciones del mercado.
En paralelo, Diarco ha lanzado una medida poco convencional para enfrentar la recesión y recuperar terreno. La cadena ha comenzado a aceptar pagos en dólares, con una tasa superior a la del mercado paralelo. Bajo el lema “Dólar Diarco”, la empresa promete una cotización fija para cualquier tipo de billete, sin importar su estado de conservación. La oferta, que arranca desde este lunes, ha generado revuelo al ofrecer una tasa de 1.400 pesos por dólar, superando en 55 pesos la cotización del blue.
El anuncio de Diarco llega en un momento en que el ministro de Economía, Luis Caputo, ha sugerido que los impuestos podrían ser pagados con dólares de ahorros, como parte de un intento de fortalecer el valor del peso. La aceptación de dólares en Diarco busca atraer clientes y compensar la pérdida de ventas, adaptándose a un mercado en crisis y ofreciendo un valor constante para billetes en diferentes condiciones, algo que generalmente es poco común en el sistema financiero.
