El gobernador bonaerense destacó la solidaridad frente a la tragedia y se opuso al ajuste impulsado por la administración nacional.
El gobernador Axel Kicillof no dudó en confrontar nuevamente al presidente Javier Milei, esta vez a raíz de las devastadoras inundaciones en Bahía Blanca que dejaron al menos 16 muertos. En su discurso, destacó la respuesta inmediata del Estado y la solidaridad de la comunidad ante la tragedia, subrayando la diferencia entre este modelo de cooperación y el que promueve el gobierno nacional, basado en la idea de «sálvese quien pueda».
Kicillof aprovechó la ocasión para reforzar sus críticas al modelo de ajuste de Milei, aludiendo a la paralización de obras públicas en la provincia de Buenos Aires y advirtiendo sobre los riesgos de no invertir en educación. En particular, resaltó que el gobierno de Milei ha detenido más de mil obras en la provincia, lo cual considera un error en tiempos de crisis.
El mandatario bonaerense también se mostró firme al expresar que, pese a las dificultades, su administración continuará con los proyectos en curso, incluso en medio de la reducción de financiamiento por parte del Estado nacional. Además, hizo hincapié en la necesidad de un Estado presente, en contraposición a las políticas de privatización de servicios.
Finalmente, Kicillof destacó el valor de la solidaridad en momentos de crisis, dejando en claro que la respuesta a la tragedia de Bahía Blanca representa el verdadero rostro de la sociedad argentina: un país que se sostiene sobre los valores de la cooperación y el compromiso colectivo. «El país que queremos construir es uno donde la gente extienda la mano», concluyó.