Negociaciones estancadas y expectativas de aumento
Con la llegada de noviembre, las trabajadoras domésticas siguen a la espera de un nuevo acuerdo salarial. Desde agosto, cuando se aplicó el último ajuste, tanto empleadores como empleadas buscan claridad sobre los montos que deberán pagar o recibir según sus roles. A pesar de las reuniones de la Comisión de empleadas de Casas Particulares, las conversaciones no han llegado a un consenso satisfactorio.
Idas y vueltas en las propuestas
Las negociaciones, iniciadas el 18 de septiembre, han estado marcadas por múltiples propuestas y contrapropuestas. Los representantes de las trabajadoras inicialmente solicitaron un aumento del 12%, repartido en dos meses, pero la oferta del Gobierno se mantuvo en un 6%. A medida que las discusiones avanzaron, los sindicatos ajustaron sus expectativas a un 8%, pero el Gobierno persistió en su oferta de un 3% por mes.
Situación actual y salarios vigentes
Hasta que se oficialicen nuevos aumentos, los salarios de agosto seguirán aplicándose. Actualmente, el salario mensual para el personal de tareas generales con retiro es de $321,365, y el valor por hora es de $2,620. Esta incertidumbre no solo afecta a las trabajadoras, sino que también representa un desafío para los empleadores ante las fluctuaciones del mercado laboral.
Salarios mínimos según categorías
- Quinta categoría: Con retiro, $321,365; sin retiro, $357,350.
- Cuarta categoría: Con retiro, $357,350; sin retiro, $398,229.
- Tercera categoría: $357,350.
- Segunda categoría: Con retiro, $366,265; sin retiro, $407,715.
- Primera categoría: Con retiro, $394,234; sin retiro, $439,131.
Salarios por hora
- Quinta categoría: Mínimo de $2,620 la hora; con cama adentro, $2,826.
- Cuarta categoría: Con retiro, $2,826; sin retiro, $3,160.
- Tercera categoría: Mínimo de $2,826.
- Segunda categoría: Con retiro, $2,992; sin retiro, $3,280.
- Primera categoría: Con retiro, $3,160; sin retiro, $3,461.
Mientras las negociaciones continúan, el futuro salarial de las trabajadoras domésticas permanece en suspenso, evidenciando la necesidad de un acuerdo que refleje las realidades económicas actuales.
