Marcelo Gallardo regresó a la calidez del Monumental, un hogar que había dejado hace menos de dos años pero que ahora lo recibe con los brazos abiertos. En una emotiva presentación en la terraza de la tribuna San Martín, el técnico más exitoso en la historia de River Plate dejó claro que su vuelta no es solo una cuestión de nostalgia. Es un desafío monumental.
“Regresar a casa es una emoción que no se puede describir”, confesó Gallardo con la camiseta de River en mano, mientras recorría los pasillos que alguna vez fueron su terreno de juego. La pasión, el entusiasmo y una sensación de reencuentro se hicieron palpables mientras hablaba sobre los desafíos que enfrenta.
Gallardo, consciente del desgaste físico y emocional que su primera etapa le dejó, subrayó la necesidad de recuperar el espíritu de equipo y del club que una vez lo hizo brillar. “Tenemos mucho trabajo por delante, y hay que ponernos en marcha rápidamente”, dijo, destacando la importancia de la Copa Libertadores como un objetivo primordial. “Es fundamental recuperar la confianza del equipo y prepararnos para los partidos importantes que se vienen”, agregó.
El técnico también se refirió a la reciente incertidumbre que rodeó su regreso, marcada por una semana llena de cambios y reflexiones personales. “No esperaba esta vuelta tan pronto, pero después de pensar en el proyecto y en lo que puedo aportar, decidí asumir el reto”, explicó.
Gallardo, quien en su ausencia ha reflexionado sobre su carrera y renovado energías, no busca una revancha. Más bien, ve su regreso como una oportunidad para devolver el cariño recibido por la hinchada y construir un equipo que refleje la pasión de sus seguidores. “Quiero que el equipo juegue como el hincha siente que debe jugar”, aseguró con convicción.
Con nuevas incorporaciones en el horizonte, como la de Germán Pezzella y Maxi Meza, el técnico se muestra optimista y preparado para afrontar este nuevo capítulo en su carrera. “Estamos listos para el desafío y con ganas de hacer historia nuevamente”, concluyó, dejando claro que su corazón sigue latiendo al ritmo de River Plate.
