El próximo miércoles se llevará a cabo la segunda audiencia de mediación en el juicio por alimentos que Fabiola Yáñez ha iniciado contra Alberto Fernández, en un proceso que podría impactar sus ingresos como ex presidente. El reclamo se centra en la manutención de Francisco, el hijo de la expareja, e incluye una solicitud para embargar la jubilación de privilegio que Fernández percibe.
La defensa de Yáñez, liderada por la abogada Mariana Gallego, busca llegar a un acuerdo que contemple el pago de alimentos y gastos relacionados con la crianza del niño. Hasta que se concrete dicho acuerdo, se ha solicitado una medida cautelar que embargue el 30% de la pensión de privilegio del ex mandatario, que supera los 14 millones de pesos mensuales.
El monto que Yáñez reclama mensualmente supera los 1.000 euros y además incluye el pago de la cobertura médica, el alquiler y la educación de Francisco. En la audiencia anterior, Fernández no se pronunció sobre estos aspectos, lo que ha llevado a la ex primera dama a insistir en un acuerdo más amplio en la mediación del miércoles.
Yáñez se ha mostrado dispuesta a negociar, incluyendo la posibilidad de reducir su alquiler al mudarse a un departamento más asequible. En su situación actual, vive en Madrid, donde enfrenta desafíos económicos que han llevado a expresar su preocupación sobre su capacidad para cubrir gastos básicos.
El ex presidente recibió su jubilación de privilegio tres meses después de dejar la Casa Rosada, una suma que, tras la resolución de ANSES de marzo pasado, también incluye un retroactivo significativo. Sin embargo, Yáñez argumenta que la situación económica es difícil, especialmente en su nuevo contexto en España.
Este caso no solo aborda cuestiones económicas; también está vinculado a acusaciones de violencia de género contra Fernández, quien enfrenta cargos por lesiones y amenazas en un proceso judicial separado. La investigación ha comenzado a partir de denuncias que se remontan a 2016 y que se extienden hasta este año, con nuevos elementos surgidos en Madrid.
El desenlace de esta mediación y su impacto en la situación financiera de ambos ex cónyuges permanece por verse en un contexto en el que las tensiones entre ellos son evidentes.
