El ex presidente boliviano Evo Morales fue objeto de un ataque armado mientras viajaba en su camioneta, resultando ileso, aunque su chofer sufrió heridas. El incidente ocurrió cuando un grupo de hombres encapuchados y armados, al parecer seis en total, emboscaron el vehículo y dispararon en varias ocasiones antes de huir en un helicóptero desde el aeropuerto de Chimoré.
Según relatos del propio Morales, cuatro de los atacantes descendieron de dos vehículos para llevar a cabo la emboscada. La precisión del ataque sugiere que los perpetradores podrían tener entrenamiento profesional, a pesar de que no lograron cumplir su objetivo de magnicidio.
En un contexto de creciente tensión política, Morales acusó al actual presidente Luis Arce de estar detrás del ataque. Este suceso marca un nuevo capítulo en la ya frágil relación entre ambos, en medio de una lucha interna dentro del Movimiento Al Socialismo (MAS). La situación se intensificó esta semana, cuando Arce realizó cambios en el Alto Mando Militar, buscando un enfoque más riguroso frente a las protestas de sectores radicales del MAS que apoyan a Morales.
Arce ha expresado preocupación por los bloqueos de rutas y ha señalado que estas acciones amenazan la democracia en el país, aumentando la polarización entre las facciones del partido que alguna vez fue unificado bajo el liderazgo de Morales.
