La nueva medida se aplica a quienes tengan antecedentes de cambio de género y afecta a alrededor de 15.000 personas en servicio activo.
El Departamento de Defensa de Estados Unidos ha ordenado la expulsión de los soldados transgénero, un cambio que revoca las políticas inclusivas de la administración Obama. Según un memorando oficial, aquellos con antecedentes o diagnósticos de disforia de género serán descalificados para el servicio militar y se les dará de baja, aunque podrían obtener una exención en casos especiales si su presencia apoya capacidades de combate específicas.

Esta orden, que también excluye el financiamiento de tratamientos relacionados con la disforia de género, refleja una postura similar a la de la administración Trump, que ya había prohibido la incorporación de personas transgénero a las fuerzas armadas. Además, aquellos que permanezcan en servicio deberán cumplir con estrictas restricciones, como ser asignados a espacios del sexo asignado al nacer.
Grupos de defensa de derechos humanos han reaccionado enérgicamente, destacando el servicio honorable de miles de soldados transgénero y su valiosa contribución a las fuerzas armadas. En respuesta, SPARTA Pride, una organización defensora de los derechos de las tropas trans, reafirmó que «ninguna política borrará jamás la contribución de los estadounidenses transgénero».