En los últimos días, el Papa Francisco ha manifestado su rechazo a la propuesta del Gobierno argentino que busca reducir la edad de imputabilidad a 13 años dentro del Régimen Penal Juvenil. Durante una reciente audiencia con representantes de la Justicia federal en la biblioteca del Vaticano, el pontífice subrayó la importancia de enfocar cualquier reforma en la “educación” y la “reinserción” en lugar de en medidas punitivas más severas.
El encuentro, que se llevó a cabo el lunes y contó con la participación de la jueza federal María Eugenia Capuchetti y los camaristas Mariano Borinsky y Daniel Petroni, permitió al Papa expresar su desacuerdo con el proyecto impulsado por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona. Aunque Francisco apoyó la actualización del Código Penal promovida por los camaristas, cuestionó la propuesta de bajar la edad de imputabilidad. Fuentes cercanas a los jueces señalaron que el Papa argumentó que la reforma debería centrarse en la rehabilitación y no en sanciones más estrictas.
La postura del Papa, que podría ser oficializada en breve, coincide con la del episcopado local. A principios de mes, la pastoral carcelaria, una comisión del episcopado, publicó un comunicado en el que se oponía a la reducción de la edad de imputabilidad. El texto argumenta que, si bien es necesaria una reforma del régimen penal juvenil, esta debería centrarse en el desarrollo integral de los menores sin modificar la edad mínima de imputabilidad. El arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, quien también se reunió con el Papa recientemente, destacó que la resolución de estos problemas debe considerar el proceso de desarrollo cognitivo y psicológico de los jóvenes, el cual no está completamente maduro hasta los 18 o 19 años.
En contraste, el Gobierno sostiene que la propuesta responde a una demanda social y defiende la reducción de la edad de imputabilidad como una medida necesaria para abordar la delincuencia juvenil.
