Los mensajes, que suman casi 200 páginas, corroboran que el legislador fue el autor intelectual de una campaña de fake news en Salta.
Una serie de conversaciones entre Emiliano Estrada y sus empleados, ahora incorporadas como prueba en una causa judicial, revelan cómo el diputado nacional orquestó una red de difamación. Según los chats, Estrada no solo fue el encargado de crear cuentas falsas, sino que también supervisó cada detalle: desde la edición de videos hasta la distribución del contenido, todo pagado con fondos públicos del Congreso de la Nación.



El objetivo de la campaña era atacar a políticos y empresarios de Salta, con un foco particular en desviar la atención sobre los verdaderos responsables. En uno de los intercambios, Estrada incluso pidió la creación de una cuenta llamada “El Desenmascarador”, con el fin de difundir rumores y crear caos en la provincia. Esta cuenta fue posteriormente utilizada para llevar adelante la operación de desinformación.




Además, se descubrió que el diputado intentó posicionarse como víctima dentro del esquema, encargando un video en el que se le critica a él mismo y a su familia. Esta maniobra formaba parte de una estrategia más amplia para despistar a la opinión pública y alejar las sospechas de su implicación en la operación.
