Hoy, 6 de agosto, Argentina conmemora el Día del Veterinario, una fecha dedicada a reconocer la labor de los profesionales de la medicina animal. Este día también marca la conmemoración del inicio de las carreras de agronomía y veterinaria en el Instituto Agronómico Veterinario Santa Catalina en 1883.
La elección de esta fecha se basa en la inauguración de las primeras clases en este instituto ubicado en Lavallol, Buenos Aires, un hito fundamental en la educación de estas disciplinas en el país. Antes de este establecimiento, los interesados en veterinaria o agronomía debían viajar al extranjero para recibir formación, ya que en Argentina no existían programas académicos en estas áreas.
En 1872, el agrónomo argentino Eduardo Olivera, quien se había formado en Francia, fundó el Instituto Agrícola Santa Catalina. Este instituto fue el primero en ofrecer educación formal en agronomía y veterinaria en Argentina. El 6 de agosto de 1883 se dieron las primeras clases, marcando el inicio de la enseñanza especializada en estas áreas en el país.

El término “veterinario” tiene dos posibles orígenes etimológicos. Una teoría sugiere que proviene del griego “veterien”, que significa “amigo de las bestias de carga”, reflejando el papel de los primeros veterinarios. Otra teoría rastrea la palabra al latín “veterus” o “veteris”, que significa “viejo”. En la antigua Roma, los caballos veteranos eran denominados “veterinus”, y quienes los cuidaban eran llamados “veterinarii”.
Este día no solo celebra una profesión, sino un legado de compromiso y cuidado. En el Día del Veterinario, Argentina se detiene para reconocer a quienes, día a día, preservan la salud de nuestros compañeros animales y, por extensión, la nuestra.
