El día de ayer la paz de la ciudad de General Güemes se vio afectada debido a un alarmante hecho. Un hombre de 38 años y una mujer de 52 años, ambos de origen chino y un hombre argentino proveniente de Buenos Aires fueron denunciados y posteriormente detenidos por ofrecer dinero a cambio de sexo a una joven acompañada por un grupo de niñas menores de edad.
En la investigación criminal, la discreción fue crucial desde el principio. Los primeros ciudadanos extranjeros arrestados en el lugar de los hechos no coincidían con los individuos descritos por las víctimas. Según la información obtenida en la sede policial y en la Fiscalía, los sospechosos identificados se habían alejado del sitio antes de la llegada de las autoridades.
Las detenciones se llevaron a cabo bajo una orden del Juzgado de Garantías 1, solicitada por la fiscal penal 3 de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual (UDIS), Luján Sodero Calvet. Esta investigación comenzó tras una denuncia por promoción de la prostitución presentada por la madre de dos menores: una joven de 18 años y otra de 13.
El relato indica que el 18 de agosto, las hijas de la denunciante se encontraban en las cercanías de un local de billar en General Güemes, acompañadas por otras amigas de 11 a 13 años. En ese momento, fueron abordadas por dos hombres y una mujer de origen asiático, además de un hombre con acento porteño. Los individuos las invitaron a jugar al billar y, al ingresar al local, se les unieron cinco personas adicionales de origen oriental, que se comunicaban con las jóvenes a través de traductores en sus teléfonos móviles.
Según la versión de la joven de 18 años, la mujer asiática le ofreció pasar la noche con su «jefe» a cambio de una suma significativa de dinero, describiéndolo como «muy rico». Al rechazar la oferta, el hombre conocido como «el porteño» intentó persuadirla para que aceptara y se trasladara a Salta, donde, según él, «su madre no podría encontrarla».
La joven y las menores decidieron abandonar el local. Mientras caminaban por la calle, la mujer asiática agarró a la hermana menor del brazo, mientras el «porteño» conversaba con otra amiga. Un patrullero policial llegó poco después a la plaza de General Güemes y detuvo a tres hombres asiáticos de 43, 36 y 31 años. Sin embargo, la joven de 18 años indicó que no eran los mismos que les habían hecho las propuestas inapropiadas.
Ante estos acontecimientos, el Departamento de Investigaciones y Criminología del CIF, bajo la dirección de la fiscal Luján Sodero Calvet, inició una investigación meticulosa que demandó un alto nivel de confidencialidad para localizar a los dos asiáticos y al «porteño». Como los sospechosos habían cambiado sus direcciones declaradas, la fiscal solicitó órdenes de allanamiento y detención, que incluían lugares públicos.
La fiscal Sodero Calvet comunicó que la investigación sigue avanzando con el propósito de identificar a otras posibles personas involucradas y determinar si hubo menores afectados por el delito. También subrayó que, en casos como este, la información se maneja de manera confidencial para asegurar la eficacia de la investigación y evitar que los implicados evadan la justicia.
