En Mendoza, se han creado mosquitos rojos como parte de una estrategia innovadora para combatir el dengue, y las autoridades piden a la población que no los elimine. Esta iniciativa utiliza la técnica del insecto estéril, previamente aplicada contra la mosca de la fruta.
Proyecto en Guaymallén
En Guaymallén, Mendoza, se han liberado mosquitos genéticamente modificados de color rojo, diseñados para reducir la población del Aedes aegypti, el mosquito responsable de transmitir el dengue. Este proyecto, parte del World Mosquito Program (WMP), implica inocular a los mosquitos con la bacteria Wolbachia, lo que ha demostrado ser efectivo en la disminución de casos en otras regiones.
¿Por qué no hay que matarlos? ¿Por qué son rojos?
El gobierno provincial ha emitido un comunicado solicitando a la ciudadanía que no mate a estos mosquitos, que han sido criados específicamente para interrumpir el ciclo reproductivo del dengue. El color rojo es un marcador fluorescente inofensivo, y estos insectos no pican ni representan un riesgo para los humanos.
Aunque el experimento se está llevando a cabo en un solo barrio de Guaymallén, se espera expandirlo a otras áreas si se demuestra su eficacia. Argentina no es pionera en esta técnica; 19 países han comenzado a experimentar con insectos estériles para combatir el dengue, incluidos Estados Unidos, Brasil y México, donde se han obtenido resultados positivos.
Resultados en Florida
La estrategia de liberar mosquitos estériles ya se ha probado en Florida, donde se logró una reducción significativa de la población de Aedes aegypti en la Isla Captiva, lo que sugiere que esta técnica podría ser una herramienta valiosa en la lucha contra el dengue.