En una mañana cargada de tensiones y reproches, Cristina Kirchner se presentó en los tribunales de Comodoro Py para declarar sobre el intento de asesinato que sufrió el 1 de septiembre de 2022. La exvicepresidenta, rodeada únicamente por sus abogados y una comitiva política reducida, lanzó duras críticas contra el fiscal Diego Luciani, acusándolo de alimentar el clima de violencia que culminó en el ataque.
Kirchner, quien compareció ante el Tribunal Oral Federal N° 6, encabezado por los jueces Sabrina Namer, Adrián Grunberg e Ignacio Fornari, no escatimó en palabras para señalar la responsabilidad de Luciani. Según ella, el fiscal contribuyó al odio que precedió al intento de magnicidio mediante su implacable acusación de corrupción, que, a su juicio, avivó la ira popular contra ella y su entorno. «Luciani tuvo su minuto de gloria en prime-time, acusando al peronismo de corrupción de manera tan pública y visceral que no dejó espacio para la calma», comentó Kirchner, sugiriendo que el clima hostil fue un caldo de cultivo para el ataque.
En un relato entrecortado por momentos de profunda emoción, la exvicepresidenta defendió a su equipo de custodia, asegurando que su intervención durante el ataque fue la esperada y alineada con las directrices dadas. “No manejo la custodia, ni siquiera sé cuántos son. Mi custodia actuó con las instrucciones de no intervenir físicamente, sólo protegerme lo mejor posible”, explicó, revelando además el trauma que su nieta, Elenita, sufrió tras el incidente.
Kirchner también apuntó a Gerardo Milman, a quien acusó de haber profetizado su muerte con un desdén inquietante. El comentario, cargado de ironía, parecía subrayar un sentido de traición y desconfianza hacia ciertos actores políticos y judiciales. “Milman dijo que ‘cuando la maten, voy a estar camino a la Costa’. Es como un Nostradamus contemporáneo”, dijo, sugiriendo un conocimiento previo del ataque que podría estar relacionado con sus declaraciones.
La exvicepresidenta también se dirigió contra Patricia Bullrich, actual ministra de Seguridad, por su falta de pronunciamiento sobre el intento de asesinato. “Conociéndola, no me sorprende nada de ella”, expresó con una mezcla de resignación y desdén.
En sus últimas palabras, Kirchner enfatizó que el juicio actual se centra únicamente en los autores materiales del atentado, obviando a los verdaderos instigadores y financiadores. “Más que un reclamo personal, esto debería ser una deuda saldada con la democracia”, concluyó, dejando claro que la búsqueda de justicia va más allá de los culpables directos del acto violento.
Con un tono desafiante y una postura firme, Cristina Kirchner dejó claro que, para ella, la lucha por descubrir la verdad detrás del atentado sigue siendo una batalla crucial en la arena política argentina.
