Ariel Príncipi, quien actualmente reside en Buenos Aires, fue hallado culpable del delito de abuso de menores por los tribunales eclesiásticos de Córdoba y Buenos Aires. Anteriormente, había ejercido como sacerdote en varias parroquias del sur cordobés.
Tras recibir denuncias en 2021 relacionadas con incidentes en La Carlota, el obispo de Río Cuarto, Adolfo Uriona, decidió apartar de inmediato a Príncipi. Esta medida se tomó siguiendo los procedimientos establecidos hasta alcanzar una resolución que debe ser ratificada por el Vaticano.
Príncipi, originario de Laboulaye, se desempeñó en la Diócesis de Río Cuarto, siendo sus últimos destinos Ucacha y La Carlota antes de trasladarse a Buenos Aires.
En cuanto a la formalización de su expulsión, el obispo Uriona indicó que esto ocurrió canónicamente en marzo de este año y enfatizó la importancia de la política de «tolerancia cero» frente a estos casos, una postura impulsada por el Papa Francisco.
“El proceso canónico se inició hace unos años, lo que llevó a la suspensión inmediata de Príncipi”, explicó Uriona. “El Tribunal Canónico de Córdoba investigó el caso, confirmando los hechos y decidiendo su expulsión. Esta decisión fue también ratificada por el Tribunal Canónico de Buenos Aires”, añadió el obispo.
