El municipio defiende la medida como una forma de recuperar gastos, pero la comunidad se pregunta si afectará a los más vulnerables.
La reciente decisión del municipio de Villa Carlos Paz de cobrar una tasa a quienes no residan en la ciudad y necesiten atención médica en los centros de salud locales ha generado controversia. La titular del área de Salud, Claudia Pereyra, salió a defender la medida, argumentando que el sistema sanitario municipal se mantiene con los aportes de los vecinos, quienes pagan sus impuestos para sostener los servicios.
Pereyra explicó que el Hospital Gumersindo Sayago, de gestión municipal, absorbe un gran número de pacientes derivados del hospital provincial Domingo Funes, que es el centro de referencia en la región. A su juicio, esta situación justifica el cobro a los no residentes, al ser un sistema de salud autogestionado que, según indicó, debe «recuperar gastos» para sostener su funcionamiento.
La funcionaria también destacó que los aranceles que se aplican a los servicios médicos son bajos en comparación con otras provincias. Entre las tarifas más comunes se encuentran $5.000 para una consulta en guardia, $8.000 si se requiere medicación, y precios más elevados para tomografías o internaciones.
En 2024, Villa Carlos Paz invirtió $4.000 millones en el área de salud, lo que refuerza la necesidad de la medida, según la funcionaria. Sin embargo, el debate sobre si este modelo afecta a los más vulnerables persiste, ya que muchos temen que el acceso a la salud se vuelva más complicado para los no residentes, especialmente en situaciones de emergencia.
La decisión de imponer estos cobros sigue generando divisiones. Mientras algunos defienden la autogestión de los recursos, otros critican la medida como una barrera económica que podría limitar la atención médica a quienes más lo necesitan.
