La administración de Campo Quijano enfrenta una crisis financiera significativa, con una deuda de alrededor de 100 millones de pesos que se atribuye a la gestión anterior bajo Carlos Folloni. El actual intendente, Lino Yonar, ha revelado que, durante los primeros tres meses de su mandato, logró equilibrar las cuentas del municipio, asegurando el pago de sueldos y la recuperación de insumos y maquinarias. Sin embargo, al intentar acceder a nuevos programas de inversión, descubrió que la gestión de Folloni había dejado de devolver un financiamiento obtenido en 2021 para la instalación de luminarias y sistemas de videovigilancia.
Durante ese período, el municipio recibió tres cartas documento requiriendo la rendición de cuentas, pero ninguna fue respondida. La última carta notificó la cancelación del convenio con el Ministerio del Interior, intensificando la crisis financiera. La deuda, actualizada a valores actuales, alcanza casi 100 millones de pesos, lo que ha impedido al municipio acceder a nuevos fondos nacionales.

Yonar ha iniciado una auditoría interna y ha solicitado a la Auditoría General de la Provincia un análisis más detallado para esclarecer las irregularidades. Además, el municipio envió una carta documento a Folloni para obtener más información, pero no se ha recibido respuesta. La falta de documentación y las irregularidades detectadas han llevado a Yonar a preparar posibles denuncias judiciales una vez se complete el informe de la auditoría.
La resolución de esta crisis no solo definirá el futuro de la administración local, sino que también pondrá a prueba la transparencia en el manejo de fondos públicos, mientras se espera el análisis final de la Auditoría General para tomar decisiones legales adicionales.
