El Gobierno argentino ha decidido interrumpir la impresión de billetes de $1000 y $2000, una medida que busca hacer frente a los desafíos económicos actuales. Manuel Adorni, vocero presidencial, confirmó que la Casa de la Moneda será intervenida, designando a Pedro Daniel Cavagnaro como nuevo interventor.
La decisión, anunciada este martes, responde a un contexto de alta inflación y a la necesidad de optimizar recursos. Adorni criticó la gestión anterior, señalando que la emisión de billetes de baja denominación resultaba “sin sentido” ante la inflación que la Argentina enfrenta, que alcanzó el 211% el año pasado.
El Banco Central (BCRA) también comunicó la rescisión de contratos vigentes con la Casa de la Moneda, argumentando que imprimir billetes en el extranjero es más económico. Como resultado, se detendrán todos los procesos productivos a partir de las 22 horas de hoy.
Esta intervención de 180 días se enmarca en un esfuerzo más amplio por mejorar la eficiencia de la Casa de la Moneda, cuya capacidad de entrega de billetes había sido cuestionada. En los próximos días, se anticipa que habrá novedades adicionales respecto a la producción y distribución de dinero en efectivo.