El debate sobre la Ficha Limpia en la Cámara de Diputados de Salta derivó en un escándalo inesperado, cuando la diputada Socorro Villamayor (Bloque Salta tiene Futuro) planteó la falta de avances a nivel nacional para sancionar la ley que impediría a los condenados por corrupción postularse a cargos públicos. Sin embargo, la discusión tomó un giro inesperado cuando la diputada Griselda Galleguillo (La Libertad Avanza) acusó a Villamayor de defender a su padre, Juan Carlos Villamayor, quien fue destituido como intendente de la Ciudad de Salta en 1996 tras un escándalo por corrupción.
«Tuvo un padre que fue destituido por malversación de fondos», lanzó Galleguillo, refiriéndose al exintendente, quien en 1996 se vio envuelto en un escándalo por un video en el que pedía sobornos. El incidente le costó el cargo y fue arrestado, aunque nunca fue condenado. En 2008, Villamayor fue públicamente desagraviado por el entonces intendente Miguel Isa y el presidente del Concejo Deliberante, Gustavo Sáenz, quienes reconocieron su honorabilidad.
Villamayor respondió con vehemencia a la acusación de Galleguillo: “Mi padre tiene certificado de buena conducta, fue absuelto por la justicia en las cinco imputaciones falsas que le hicieron», expresó. Y continuó: «Si vuelve a hablar de él, me verá en los estrados». La diputada también la acusó de ignorante, diciendo que Galleguillo «no sabe leer» y no comprendía que la sentencia que absolvía a su padre ya había sido presentada en la cámara. En un tono desafiante, agregó: “Si vuelve a hablar de él, va a tener que recoger los dientes del piso”.
El cruce dejó al descubierto no solo diferencias sobre la Ficha Limpia, sino un choque personal cargado de amenazas y acusaciones, que puso en evidencia las tensiones políticas y familiares en el seno de la Cámara de Diputados de Salta.