El descubrimiento fue realizado por un poblador local y confirmado por paleontólogos como los restos de un reptil marino prehistórico.
En el paraje Mulichinco, en Loncopué (Neuquén), un productor rural encontró restos fósiles en su campo y alertó a las autoridades. Gendarmería Nacional, junto con personal de Patrimonio Cultural de la provincia, realizó una excavación en el sitio y confirmó el hallazgo de huesos pertenecientes a un ictiosaurio, un reptil marino que habitó los océanos entre el Triásico Inferior y el Cretácico Superior.
Los ictiosaurios eran depredadores rápidos y eficaces, con formas corporales similares a los actuales delfines o peces espada. Vivieron hace millones de años y se destacaron por su adaptación total al medio acuático.
Este hallazgo vuelve a poner a Neuquén en el centro de la paleontología argentina, una provincia reconocida por su abundancia de fósiles prehistóricos.