Una de las víctimas tenía solo 13 años y fue aplastado por una reja derribada en medio del caos.
Sucedió en Santiago, pero el estruendo rebotó en todo el continente: dos hinchas murieron antes del partido entre Colo Colo y Fortaleza por la Copa Libertadores. La previa se tiñó de tragedia cuando un grupo de aficionados sin entrada intentó forzar el ingreso al Estadio Monumental provocando una estampida. En medio del operativo policial, una reja cayó sobre dos jóvenes. Uno de ellos, de 13 años, murió en el acto. La otra víctima, una joven de 18, fue atropellada por un vehículo policial.
El partido, increíblemente, comenzó como si nada pasara. Recién al minuto 70, cuando el clamor en las tribunas rompió el vidrio de una de las gradas y la tensión se hizo incontenible, el árbitro detuvo el juego. Para entonces, los ecos de la tragedia ya eran más potentes que los gritos de gol. Los disturbios continuaron incluso después de la suspensión.
Testimonios de testigos y familiares comenzaron a circular con fuerza. Bárbara Pérez, hermana de la víctima atropellada, aseguró que la joven tenía su entrada en mano y que los carabineros responsabilizaron a sus acompañantes. Mientras tanto, el Ministerio Público investiga si el vehículo policial que participó en el operativo es el que causó la segunda muerte.
Colo Colo y Conmebol emitieron mensajes de condolencias, suspendieron actividades y prometieron acompañar a las familias. Pero la sensación en Santiago es otra: hay bronca, hay duelo, y sobre todo hay preguntas. ¿Por qué empezó el partido si había muertos afuera? ¿Quién responde por los que no volvieron del estadio?