En su primer año de gestión, el presidente de la Nación redujo significativamente el gasto público, lo que generó una polémica entre sindicatos y funcionarios.
El ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, comunicó que, en el primer año de la administración de Javier Milei, se despidieron a 37.595 empleados públicos. Según Sturzenegger, esta medida es clave para reducir el gasto público y poder bajar impuestos sin afectar el equilibrio fiscal. La mayoría de los despidos se concentraron en la Administración Centralizada y Descentralizada (22.302), seguidos por las empresas estatales (12.410) y las Fuerzas Armadas y de Seguridad (2.883).
El anuncio fue rápidamente criticado por sindicatos, especialmente la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), que alertó sobre la posibilidad de nuevos recortes. Según ATE, la estrategia del Gobierno pone en riesgo la estabilidad de los servicios básicos. El gremio también advierte que, de concretarse un ajuste del 30% más en el Estado, los efectos serían devastadores para los empleados públicos y la sociedad.